Aborto legal y seguro, un asunto de salud pública
En México, según el territorio o la entidad en la que resida una mujer tendrá derecho a un procedimiento de aborto legal y seguro o por el contrario, el aborto es obstaculizado y criminalizado, lo que aboca a muchas mujeres a recurrir a métodos inseguros y peligrosos que ponen en riesgo su vida y salud. Según datos de 2020, cada semana ocurren en México un promedio de 38,4 muertes maternas por aborto.
Según datos de Sedesa, 3 de cada 10 mujeres que acceden a una ILE en ciudad de México proceden de entidades donde el aborto no es legal o esta criminalizado. Oaxaca, es el segundo estado de México donde se despenalizó el aborto hasta la semana 12 de gestación, sin embargo tras más de un año de su aprobación aún no existen protocolos claros que garanticen a las mujeres poder acceder a una ILE en esta entidad.
Esta desigualdad en la situación legal respecto al aborto en México, donde cada estado regula su acceso, hace que exista una gran inseguridad para las mujeres mexicanas y se vulneren sus derechos sexuales y reproductivos según el lugar donde se resida.
Tal y como confirman los numerosos informes de organizamos internacionales como la OMS o la ONU, basados en la evidencia. Las mujeres que deciden interrumpir un embarazo, lo hacen independientemente de las legislaciones existentes en su país.
Despenalizar el aborto en todo México garantizará que toda mujer, independientemente del estado donde viva, podrá acceder a procedimientos seguros que garanticen su salud.
Legalizar el aborto no obliga a nadie a abortar, lo que tú opines del aborto no cambia el hecho de que muchas mujeres recurran a él, independientemente de tu opinión. Por lo que promover y garantizar los procedimientos seguros de aborto se convierte en un asunto de salud pública, ya que garantiza que se realicen en las mejores condiciones sanitarias y con personal médico cualificado para realizarlo.
Existen múltiples ejemplos de países en los que la despenalización del aborto ha impactado de forma directa en la salud de las mujeres. Un caso muy próximo es el de Ciudad de México, entre 2007 (cuándo se despenalizó el aborto) y julio de 2020, se han realizado 227 mil 686 interrupciones legales del embarazo sin que se haya producido ninguna muerte por esta causa.
Otro ejemplo, más reciente, es el caso de Uruguay. Desde que en 2014 se aprobó la interrupción legal del embarazo las muertes por aborto inseguro han caído drásticamente.
Es decir, aquellos países o entidades donde el aborto es despenalizado y las mujeres pueden acceder a procedimientos seguros se garantiza su vida y salud. Por el contrario, países donde está completamente criminalizado, las muertes por abortos inseguros crecen.
Esto demuestra que el debate del aborto debe centrarse en la protección de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y no en un asunto de opinión moral o religiosa.
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