Relaciones Sexuales en tiempos de confinamiento por Coronavirus
Debido al confinamiento por la pandemia de coronavirus, muchas parejas afrontan separados esta crisis, incluso conviviendo en la misma casa, la probabilidad de contagio hace que extrememos las precauciones de prevención como es la medida de distancia segura.
Sin embargo ¿Qué pasa con el sexo durante el confinamiento?¿Debemos renunciar a él?¿Existen alternativas? A continuación tratamos de responder a estas y otras preguntas.
El confinamiento puede ser un buen momento para iniciarse en prácticas sexuales que no tenemos presentes de forma habitual. Una de ellas es el sexting, pero siempre de forma segura. Para ello es importante que lo hagamos de manera que no mostremos nuestra identidad, que no se nos reconozca, que no aparezca nuestra cara o zonas reconocibles de nuestro cuerpo como tatuajes, cicatrícese etc.
También tenemos que estar seguras de la persona con quien compartimos las imágenes. Además debe existir un consenso explícito entre ambas de qué tipo de imágenes se comparten y la estricta privacidad de las mismas.
Si no estas segura o te da pudor, otra opción es hacer sexting sin usar imágenes, solo a través de mensajes de texto subidos de tono. Esto puede fomentar la creatividad erótica estimulando nuestros deseos y fantasías sexuales.
Otra forma de practicar sexo es a través de juguetes eróticos para dar y recibir placer a distancia. Funcionan a través de apps o de mandos a distancia y son capaces de activarse provocando la excitación de otra persona separada por kilómetros.
Otro ejemplo son las aplicaciones móviles que nos proponen diferentes juegos sexuales a distancia, pruebas, mensajes subidos de tono, juegos, etc. Cada prueba superada te permite sumar puntos y desbloquear nuevos juegos que van subiendo la temperatura.
Por último, hablamos de dos modalidades más clásicas para estimular el erotismo. Una sería el ver o leer contenido erótico en pareja. Ver una película (en la misma casa o en distinta) que despierte nuestro deseo sexual o también disfrutar de algún texto o escena erótica de un libro que nos guste y se la leamos a la pareja, para tentarla y despertar la imaginación.
Relacionado con estas modalidades mas clásicas, el autoerotismo nunca falla y siempre la tenemos a mano, ya sea a solas o con la pareja. Esto supone una oportunidad para conocerse mejor y ampliar la práctica de la masturbación hacia otros juegos y posibilidades.
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